HISTORIA

El Pazo Casa Grande de Puebla de San Julián (Lugo) propiedad de D. Luís Fernando Quiroga y Piñeyro, casado con Dña. Mª Eugenia Ferro de las Heras, es una construcción cuyo origen se inicia en siglo XIV inspirado en los modelos de aquellas épocas medievales, de señores de guerras y conquistas premiados con la nobleza, figurando desde entonces como señor del Pazo el apellido Quiroga.

El Pazo es un recuerdo real de aquellos tiempos ya lejanos y aún llenos de misterios ocultos, y es por ello que merece una conservación digna que asegure su noble presencia en el futuro.

La arquitectura de los Pazos era campesina y monástica al mismo tiempo y adaptaba los elementos constructivos a todas las necesidades de la vida. La piedra, la madera y grandes lajas de pizarra son los únicos materiales utilizados en levantar este inmueble de 2.500 m2 de superficie habitable, emplazado en una finca rodeada como de costumbre de un muro también de piedra y que albergaba otros servicios como caballerizas, establos, hornos, bodegas y almacenes de grano, así como los clásicos palomares, de tal manera que los hacía autosuficientes.

La capilla del Pazo, que en aquellos tiempos se asentaba en comunicación con la casa y era de construcción privilegiada, disfruta de permisos de siete Papas de la Iglesia Católica de Roma para oficiar misa y tener expuesto el Santísimo Sacramento, además de una reliquia de la Santa Cruz. Asimismo, son de una importancia muy relevante las enormes pinturas que representaban las distintas etapas del Vía-Crucis hacia el Calvario, como también retratos de personajes relacionados con este Pazo.

La propiedad del Pazo ha estado siempre en manos de los ancestros de la familia Quiroga a través de personajes ilustres y de relevancia social y política como fueron los casos de Luis López Ballesteros, Ministro de Hacienda en la época de Fernando VII, cuya hija se casó con José Quiroga, y de este matrimonio nació Benigno Quiroga López Ballesteros que fue nombrado Gobernador de Filipinas y Ministro de Gobernación durante el reinado de Alfonso XII.

El Pazo se encuentra en perfecto estado de conservación, y de su construcción destaca el característico Torreón por su antigüedad, aspecto rústico y sencillo de todo el sillar de piedra, si bien no era común en los Pazos del interior de Galicia. En el Patio Central destacan los arcos de entrada y las escaleras que dan acceso al área principal y en las que se aprecia el desgaste de los siglos. La cocina y su “lareira”, con una superficie de unos 200 m2, equipada con todos los útiles necesarios para realizar los procesos de las famosas matanzas de cerdos, y las despensas de almacenaje y desalación, son huellas irrefutables de épocas lejanas, característica de la cultura gallega.

La propiedad del Pazo ha estado siempre en manos de los ancestros de la familia Quiroga a través de personajes ilustres y de relevancia social y política como fueron los casos de Luis López Ballesteros, Ministro de Hacienda en la época de Fernando VII, cuya hija se casó con José Quiroga, y de este matrimonio nació Benigno Quiroga López Ballesteros que fue nombrado Gobernador de Filipinas y Ministro de Gobernación durante el reinado de Alfonso XII.

El Pazo se encuentra en perfecto estado de conservación, y de su construcción destaca el característico Torreón por su antigüedad, aspecto rústico y sencillo de todo el sillar de piedra, si bien no era común en los Pazos del interior de Galicia. En el Patio Central destacan los arcos de entrada y las escaleras que dan acceso al área principal y en las que se aprecia el desgaste de los siglos. La cocina y su “lareira”, con una superficie de unos 200 m2, equipada con todos los útiles necesarios para realizar los procesos de las famosas matanzas de cerdos, y las despensas de almacenaje y desalación, son huellas irrefutables de épocas lejanas, característica de la cultura gallega.

También son interesantes las zonas de emplazamiento del horno del Pazo, la leñera, varios establos y las caballerizas que ahora se utilizan para distintos tipos de celebraciones, y en las que se aprecia con detalle las características más genuinas de la construcción de la época. Resulta especialmente interesante la balconada central, sobre el portalón de entrada, forjado con hierros de las cercanas minas del Íncio ya explotadas en el medioevo.

BREVE DESCRIPCIÓN DE LAS DEPENDENCIAS DEL PAZO

El edificio de este Pazo data del siglo XIV de épocas medievales, y que fue respetado durante la guerra de los Irmandiños entre agricultores, campesinos, ganaderos y la aristocracia medieval por ser respetuosa y benevolente con sus demandas. Esa aristocracia, los monasterios, obispos y abades habían acumulado gran poder provocando abusos y tomando bienes y rentas de manera impugne. Los Irmandiños, por ello, quisieron destruir los elementos más visibles como eran los pazos y castillos que esa nobleza ostentaba. Finalmente, los Irmandiños fueron derrotados con el apoyo del Rey y el arzobispo de Santiago Fonseca.

Este Pazo Casa Grande, como todos, era totalmente autónomo gracias a la oportunidad que la agricultura y ganadería ofrecían con las tierras de su propiedad.

En el propio Pazo se pueden observar los vestigios de aquellas épocas a través de las estancias de la zona baja del Pazo.

En la Estancia de aperos se almacenaban y guardaban útiles y herramientas de trabajo y labranza que se utilizaban en la agricultura y cuidado del ganado y que algunas de los cuáles pueden aún contemplarse en relativo buen estado.

En el Granero se almacenaba y limpiaba el grano de maíz que tanto en aquella época como en la actual se cultiva en Galicia, Una de estas máquinas se conserva en buen estado.

La Bodega era un reflejo perfecto de los tiempos de descanso de labriegos y ganaderos que trabajaban para el Pazo.

Los Establos de aquellas épocas del medioevo en esta zona baja del Pazo se destinaban fundamentalmente para albergar el nacimiento y crianza de potrillos y terneros que una vez superada esa edad de crianza pasaban a los establos generales o caballerizas fuera de ese entorno en dónde también se guardaban carruajes.

El personal de servicio del Pazo vivía con su familia en la zona derecha del Pazo con escaleras y entrada independiente de la zona noble principal y de la entrada a cocinas y despensas, sin afectar a esa vivienda.

En toda el ala izquierda de la construcción, incluida la Torre, se encuentran las estancias nobles del Pazo para uso exclusivo de los señores de la propiedad. Estas estancias, en buen estado actual y con recuerdos extraordinarios de la familia en épocas pasadas, corresponden a capilla, salones, biblioteca, galería de estar, comedor principal, dormitorios y servicios.

En esta edificación cobran especial interés la cocina de leña con su lareira y despensa independiente en donde se desalaba y exponían los jamones, tiras de chorizos, morcillas y chicharrones que se obtenían en las matanzas de cerdo que solían hacerse anualmente.

Es de resaltar que los actuales propietarios del Pazo donaron al pueblo, a través del Excmo. Ayuntamiento de Láncara (Puebla de San Julián), toda la extensión y recintos de la Feria, una verdadera joya también de aquellas épocas medievales en donde aún se celebran con verdadero éxito las ferias quincenales que tanto caracterizan la cultura rural de esta querida tierra que es Galicia.